
Esta tarta es muy fácil de hacer, es ligera y gusta a todo el mundo. La pueden hacer hasta los niños y queda súper casera para cualquier merienda o postre.
Ingredientes para seis personas:
Pedro Ximénez para remojar (medio vaso).
Bizcochos de soletilla (300g).
Mermelada de albaricoque (medio tarro).
Un sobre de natillas para 4 personas.
Un litro de leche.
Siete cucharadas de azúcar.
125 g de dulce de membrillo.
En una fuente de cristal ponemos los bizcochos remojados en Pedro Ximénez y añadimos mermelada de melocotón hasta que los cubra. Añadimos unas tiras finas de membrillo repartidas entre los bizcochos
En un cazo ponemos un litro de leche con siete cucharadas de azúcar y cuando hierva añadimos un sobre de flanín para hacer unas natillas ligeras. Cuando esté listo vertimos la mitad encima de los bizcochos. Repetimos otra vez la operación con más bizcochos remojados y con mermelada y las natillas sobrantes. Terminamos la operación con bizcochos a los que podemos añadir un poco de azúcar glas y canela
Llevamos a la nevera por lo menos 8 /10 horas y servimos frio.
El contraste entre la natillas, el bizcocho y el membrillo es francamente rico.
Ahí donde lo veis, el membrillo tiene una serie de nutrientes muy interesantes: Fibra: Es rico en fibra, lo que ayuda a la digestión y puede ayudar a controlar el colesterol.
Antioxidantes: Contiene taninos, pectinas y flavonoides que protegen las células.
Vitaminas: Aporta vitamina C, A y del grupo B.
Minerales: Es una fuente de potasio, magnesio y calcio, importantes para el funcionamiento muscular, los nervios y los huesos.