Dorada a la crema de trufa

Somos grandes aficionados al pescado al horno y a la plancha. Este plato está requetebueno y es muy fácil y rápido de hacer, así que animaros que en casi todas las pescaderías limpian el pescado y lo único que necesitáis es…

Ingredientes para dos/tres personas:

  • Una dorada más bien grande.
  • Cuatro patatas cocidas pequeñas.
  • Un tomate.
  • Aceite de oliva virgen.
  • Vinagre.
  • Sal del Himalaya.
  • Perejil fresco.
  • Pimienta negra.
  • Medio limón.
  • Una cayena pequeña.
  • Crema de trufa.
  • Tomate seco triturado.

Pedís la dorada para poner a la espalda; una vez lavada y adobada con la sal y la pimienta, la ponéis en una fuente. Cuando las patatas estén cocidas  y enfriadas, las cortáis en rodajas mas bien gruesas y las rehogáis en  la sartén con un poco de aceite de oliva y una cayena pequeña. Lo ponéis todo junto en la fuente y al horno hasta que esté listo. Aparte cortáis un tomate pelado en dados muy finos  y lo aliñáis con el aceite, el vinagre y  la sal. 
El pescado fresco no necesita muchos aditamentos para que esté muy bueno, al contrario, esta receta demuestra que cuanto más sencillo mejor sabe, porque su sabor no está disfrazado con salsa ni cremas como hacen en algunos sitios cuando el pescado no está muy fresco o está  congelado. Se sirve la Dorada en la propia fuente (encima de un salvamanteles) y se pone al lado el tomate en un cuenco. Podéis decorarla con perejil fresco que es una gran fuente de vitamina C y una rodajas de limón. Encima de las patatas repartimos la cantidad de crema de trufa que nos parezca conveniente.
Antes de servir espolvorear con el tomate seco triturado.

Nuestro Toque : si añadís un poco de ajo antes de meter el pescado en el horno le daréis el toque rico rico. A los poco amantes del picante, cuidado con la cayena, aunque sean pequeñas son muy peleonas y al freírlas se potencia el picante. Ummmmmmm.

El pescado es un alimento que no puede faltar en nuestra dieta si queremos que sea súper sana. La dorada es un pescado ligerísimo que, además de ser bajo en grasa, tiene  muy pocas calorías, muchas proteínas, vitaminas del grupo B y minerales como el fósforo, calcio o yodo. Así que no os olvidéis, según los últimos estudios sobre nutrición es conveniente comer pescado al menos tres o cuatro veces por semana. Esto se debe a su riqueza en proteínas y Omega 3.
Algunos de los beneficios del Omega 3 son:

  • Disminuye los niveles de triglicéridos y colesterol.
  • Previene la formación de coágulos en las arterias al impedir la agregación plaquetaria.
  • Fluidifica la sangre y protege al cuerpo de ataques cardíacos, apoplejías, derrames cerebrales, anginas de pecho, mala circulación, etc.
  • Incrementa las transmisiones eléctricas del corazón por lo que regulariza el ritmo cardíaco.

¿Sabíais que…el perejil actúa como diurético además de tener grandes cantidades de fósforo, calcio, hierro y azufre?

Frase del día: Mirad que inspiradora…

Marisco con sorpresa de legumbres

Nos encanta llegar a casa muertos de hambre y de frío y encontrar la olla llena de suculentos garbanzos. Si queréis  hacerlos de manera distinta para variar aquí tenéis una receta muy buena con unos garbanzos que compramos en Potes. A propósito, si pasáis por allí, el cocido montañés está para resucitar… Ingredientes para cuatro personas:

  • 350 g de garbanzos pequeños.
  • Una lata de bonito.
  • Un frasco de fritada de tomate.
  • Un cuarto de litro de caldo de verduras.
  • Tres cucharadas de aceite de olivan virgen.
  • Medio pimiento rojo.
  • Una cebolla pequeña.
  • Un diente de ajo.
  • 300 g de gambas ya cocidas.
  • 300 g de almejas.
  • Cuatro langostinos grandes.
  • Una cayena.
  • Sal rosa del Himalaya.
  • Una cucharadita de pimentón dulce.

Procedemos: Se ponen los garbanzos a remojo el día antes. Vital. Picamos fino el ajo, la cebolla y el pimiento, añadimos la cayena y sofreímos, poniendo el pimentón dulce al final. Abrimos una lata de bonito, la mezclamos con la fritada de tomate y lo añadimos todo al guiso. Después ponemos las almejas en la olla y cuando empiecen a abrirse, añadimos el caldo de verduras y dejamos que caliente. Añadimos los garbanzos (al contrario que otras verduras se echan en agua o caldo muy caliente para que no encallen) los langostinos. Dependiendo de la olla rápida se harán antes o después. Tener cuidado si nunca los hicisteis porque algunas ollas dicen que en cinco minutos están listos pero nuestra experiencia dice que si no queréis comer perdigones, mejor os aseguráis antes con un cocido de garbanzos. Por si acaso… La sal podéis ponerla al final cuando ya estén hechos y así vais probando el punto que os gusta. Las gambas ya cocidas se añaden antes de servir ya peladas.
Y aquí está la foto del guiso TACHIN…

El garbanzo es de una riqueza formidable en lo que a aportes nutritivos se refiere. Es rico en proteínas, en almidón y en lípidos (más que las otras legumbres) sobre todo de ácido oleico y linoleico, que son insaturados y carentes de colesterol. Del mismo modo el garbanzo es un buen aporte de fibra y calorías.
Nuestro Toque : si queréis poner tres en uno, en vez de sal, cayena y pimentón, añadís sal con pimentón picante, una delicatessen que encontrareis en tiendas especiales o en el Corte Inglés.

¿Sabíais que… una de las características de los garbanzos es su elevada riqueza en lecitina, que ayuda a controlar el colesterol y los triglicéridos?

Y por último la frase del día:

«Un garbanzo no hace granero pero ayuda al compañero».
No es muy original pero los garbanzos tuvieron tan mala prensa durante tanto tiempo…

Una de bacalao en su propio jugo con dados de mar

El pescado nos encanta, sobre todo al horno y al vapor. Bueno… y unas sardinillas fritas en buen aceite recién salidas de la sartén son tan deliciosas como el mejor de los manjares. El bacalao tiene muchas posibilidades; en buñuelos, fresco, desalado, al la parrilla, en fritos…Ummm y que sano…
Ingredientes: (recordar, siempre para cuatro personas)

  • Medio Kilo de bacalao.
  • Medio kilo de langostinos.
  • Un puñado de almejas.
  • Tres cucharadas de aceite de oliva virgen.
  • Dos cucharadas de mantequilla.
  • Una cebolla.
  • Un diente de ajo.
  • Un poco de perejil.  
  • Dos vasos de leche. Puede ser de arroz si no os gustan los lácteos.
  • Pimienta negra.
  • Cúrcuma.


Hay que dejar el bacalao desalando  durante 24 horas en la nevera. Luego se desmenuza y se une a los langostinos picados (se pueden reservar dos o tres para adornar). En una sartén (o cazuela si os gusta más) se ponen el aceite y la mantequilla junto con la cebolla, el perejil y el diente de ajo muy picados.  Añadimos el bacalao con los langostinos y reogamos. Echamos los vasos de leche y cocemos despacio durante diez/quince minutos. La leche junto con el jugo del bacalao crea una salsa algo amarilla deliciosa. Añadimos las especias y dejamos reposar.
Nuestro Toque: antes de servir cortar una manzana ácida en dados y A LA MEEEEESA.
¿Sabíais qué… la pimienta negra tiene propiedades digestivas, evita la formación de gases y es buena para bajar el colesterol?

Y recuerda desalar bien el bacalao, no vaya a ocurrir lo que dice la famosa frase:

«No me mates con tomate, mátame con bacalao».