Este es un plato con mucho sabor a mar y con un punto picante que quita el sentido. Si os apetece sentir que estáis en un puerto pesquero en un día de verano con una brisa suave… este es el guiso perfecto para un día gris de invierno.
Ingredientes para cuatro personas:
- Un kilo de mejillones.
- Un bote grande de cristal de salsa de tomate de la buena.
- Un vaso de caldo de pescado.
- Vino blanco.
- Un diente de ajo grande.
- Dos guindillas .
- Cuatro langostinos.
- Dos patatas grandes.
- Sal gorda.
- Aceite de oliva Virgen.
- Un poco de perejil.
¿Preparados? Limpiamos los mejillones y los ponemos a cocer con un poco de agua hasta que se abran. Los apartamos y reservamos el agua de cocción (bien colada). En una olla (mejor si es rápida) ponemos el ajo picado muy fino, las dos guindillas cayenas y las patatas cortadas en cuadraditos. Freímos todo a fuego lento (aquí ponemos el perejil muy picado). Echamos en un cazo la salsa de tomate, el caldo y el vino blanco y dejamos que hierva unos minutos. Ponemos esta salsa con las patatas ya fritas y los mejillones y añadimos el agua de cocción de los mejillones que nos parezca apropiado, según nos guste la salsa más o menos espesa. Añadimos los langostinos y en dos minutos en la olla rápida ya tenemos el guiso. Probar que esté al punto de sal y a comer… Estos mejillones son ideales para los días de invierno que nos apetece entrar en calor después de venir del trabajo cansados y con mucha hambre.
Nuestro Toque: si os apetece innovar, podéis añadir almejas, pulpo o calamares. Nuestra intención es que el mejillón sea la estrella de este plato, pero cada uno puede dejar volar su imaginación. Nosotros esta vez utilizamos pisto en vez de salsa de tomate, por eso veréis en la foto alguna verdurita.
Frase del día. Ponemos una adivinanza marinera a cerca de nuestro protagonista de hoy.
«En dos castañuelas voy encerrado y al sacarme del mar me pongo colorado»