
Esta ensalada fue el resultado de utilizar la economía domestica en versión aprovechar sobras. No decepcionó. Solo hay que mezclar ingredientes y disfrutar del resultado .
Queda un plato realmente fresco y sorprendente.
Para dos personas
Unas hojas de espinacas.
Dos cucharadas de alcaparras.
Salmón salvaje ahumado.
Medio aguacate.
Coliflor al vapor (cinco o seis florecitas).
Tres remolachas pequeñas.
Aceite de oliva bueno, pimienta rosa y sal.
Vinagre de sidra.
Mostaza con miel.
Un puñado de frutos secos tipo piñones, nueces y sésamo.
Una cucharada de pasas sultanas.
Ponemos todos los ingredientes en un bol con aceite y vinagre. Añadimos la sal al gusto y la mostaza en los dos lados del plato. Se puede mezclar todo el aliño en un bote de cristal y batir bien. No ponemos cantidades porque cada cual puede poner a su gusto más o menos mostaza o vinagre.
Una vez servido decoramos con los frutos secos y a disfrutarrrrrr.
Y como puede parecer peculiar la mezcla de ingredientes de esta ensalada, hoy queda muy bien la frase de un gran escritor americano:
«El secreto del éxito en la vida es comer lo que te gusta y dejar que la comida combata dentro».
Mark Twain