Hay muchas tartas de chocolate, pero como esta ninguna. Es esponjosa, suave y no lleva harina de trigo ni mantequilla. Hemos encontrado la receta en un libro de repostería francesa y, si bien al principio teníamos nuestras dudas, no nos defraudó en absoluto. ¡Tout au contraire! Es una tarta súper deliciosa.
Ingredientes:
200 de calabacín rallado.
200 g de chocolate del 70%.
3 huevos.
80g de azúcar.
30 g de maicena.
Una cucharadita de extracto de vainilla.
Un cuarto de sobre de levadura.
Pera o frambuesas o helado de vainilla para acompañar.
A ello:
Batimos las tres yemas con el azúcar. Fundimos el chocolate y reservamos tres cucharadas . Añadimos el calabacín rallado y el chocolate y revolvemos bien. Ponemos la maicena y una cuarta parte de un sobre de levadura a la masa anterior y montamos las claras a punto de nieve. Las añadimos muy, muy despacio a la masa para que quede esponjosa y ¡¡¡Voila!!!.
Metemos en el horno precalentado a 180 grados durante una media hora. Pinchamos y si vemos que está un poco blanda dejamos cinco minutos más. Dejamos que enfríe, desmoldamos y repartimos por encima el chocolate que habíamos reservado (si endureció, lo volvemos a fundir).
Y ya tenéis la tarta lista. La podéis adornar con pera, frambuesas frescas o en mermelada y, si os apetece, servir con helado de vainilla. Eso ya lo dejamos a vuestra elección.
A disfrutarrrrrrrrrrrr.
Y como dice la autora y pintora Linda Grayson: