Nunca hemos hecho recetas con pepino porque lo encontramos un poco fuerte, pero esta manera de prepararlo lo hace mucho más atractivo y más sabroso. La receta tiene pocos ingredientes pero es muy resultona como entremés saludable. Hay que dar una oportunidad a esas verduras que no tienen buena prensa porque nos pueden sorprender…
Receta para dos personas: Una naranja de mesa. Dos mandarinas. Medio pepino mediano. Aceite de oliva de arbequina. Vinagre de nuez. Un chorrito de sirope de ágave. Nueces o piñones (opcional).
Primero hacemos una vinagreta añadiendo seis cucharadas de aceite, dos de vinagre y un chorrito de sirope. Lo ponemos en un tarro de cristal y batimos hasta que quede bien mezclado. Lo sacamos del tarro y lo ponemos con el pepino a macerar una cuantas horas. Si se hace por la noche mejor. Pelamos la naranja y la cortamos en rodajas muy finas, añadimos el pepino y los frutos secos y adornamos con las mandarinas. Cuando esté todo en el plato añadimos la vinagreta y si hace falta añadimos más aceite o vinagre y si queréis poner sal y pimienta.. .¡al gusto de cada uno! A disfrutar que ya está aquí el calor.
Hoy fue el día de la faba en Villaviciosa. Con motivo de tal evento hemos hecho, por primera vez pero con resultados muy satisfactorios, una fabas que resultaron un éxito rotundo. Ahí os va la receta. Las cantidades son para 6 o 7 personas. Un kilo de fabas frescas. Seiscientos gramos de langostinos crudos. Cuatrocientos gramos de setas variadas. Una cebolla. Dos dientes de ajo. Media cucharadita de pimentón. Unas hebras de azafrán. Sal. Aceite de oliva virgen extra.
Procedemos: Pelamos los langostinos, tostamos las cascaras y las cabezas en una sartén con aceite. Machacamos y colamos el líquido restante para dar luego sabor. Ponemos las fabas a cocer con agua y una cebolla entera y las cocemos en olla exprés durante quince minutos. Las fabas son frescas, (nosotros las compramos congeladas y las ponemos directamente del congelador a la olla). Estas fabas frescas se encuentras en fruterías donde las tienen congeladas. Su sabor es suave y nunca quedas ásperas.
En una sartén ponemos los dos dientes de ajo en láminas finas, ponemos las setas troceadas y cuando estén listas, añadimos la carne de los langostinos, salteamos y añadimos un poco de sal. Cuando las fabas estén listas, sacamos la cebolla, la trituramos y la echamos de nuevo a la pota. Añadimos el salteado, el líquido que teníamos reservado, las hebras de azafrán y el pimentón dulce. Al final echamos sal al gusto. Podéis ir echando a vuestro gusto y probando Damos otros cinco minutos de cocción a fuego lento para que se mezclen los sabores y ¡Listas! No queda un plato fuerte pero si muy muy sabroso. Repetiremos. Si no encuentras fabas frescas, puedes usar unos 500 gramos de fabas y las ponéis a remojar unas 12 horas.
Es la primera vez que rellenamos una batata y el resultado no nos ha decepcionado. La batata es un tubérculo rico en betacarotenos y en vitaminas C y E. También es rica en potasio y en fibra.
Ingredientes para dos personas. Una batata grande. Una lata de bonito pequeña. 100g de quinoa. Tres cucharadas soperas de salsa de tomate. Aceite de oliva virgen. Pimienta negra y sal. Salsa picante (recomendamos Valentina que es mejicana). Tres cucharadas de queso rallado (nosotros usamos una mezcla de Enmental, Mozarella y Cheddar). .
Esta receta es fácil porque lo único que tenemos que hacer es poner la batata o en el horno o al vapor o en el microondas hasta que esté blanda. Nosotros hemos hecho una batata para dos porque es más que suficiente, así que la hemos partido por la mitad y las hemos puesto en el microondas por separado unos ocho minutos. Cuando estén blandas las vaciamos con una cachara y ponemos el contenido en una sartén. Para hacer las cosas más simples, utilizamos la quinoa que viene en tarritos ya cocida, así nos ahorramos tiempo y podemos hacerlas antes de comer sin prisa. Ponemos el tarrito de quinoa en el micro durante un minuto, lo mezclamos con la quinoa, con la salsa de tomate y con la lata de bonito pequeña y rellenamos la batata. Salpimentamos, ponemos el queso rallado y lo ponemos un minuto fuerte en el micro hasta que es queso se funda. A la hora de servir, ponemos la salsa picante al gusto. Si queréis poner almendras picadas, semillas de calabaza o trocitos de nueces le daréis un toque muy interesante al plato. Se sirve calentito y ¡A disfrutar!
Y considerando el frío que hace estos días, hemos encontrado una frase muy apropiada:
“Cuando el hambre da calor, la batata es un refresco”
Que ricos están los champiñones y que fácil es prepararlos de mil maneras diferentes. A la plancha, al ajillo, guisados… nosotros hoy hemos decidido hacerlos rellenos y en el horno. Se hacen en un pispás y los ingredientes se tienen siempre en la nevera.
Ahí vamos. Ingredientes para cuatro personas: 10 champiñones grandes. Un diente de ajo. Media bandeja de gulas. Una cayena. Sal y pimienta Un huevo grande 50 g de tacos de jamón. Un chorrito de aceite de oliva virgen
Limpiamos los champiñones con un chorrito de agua y secamos con un paño limpio y seco (Vale también papel de cocina). Retiramos los tallos de los champiñones y ya los dejamos listos para rellenar. Encendemos el horno y lo dejamos calentar 10 minutos a 180ºC, e introducimos los champiñones ya vaciados. Mientras tanto en una sartén ponemos los tallos de los champiñones en trocitos, el ajo, la cayena, el huevo batido, los tacos de jamón, las gulas y una pizca de sal y pimienta. Después de diez minutos, sacamos los champiñones del horno y los rellenamos con los ingredientes que tenemos en la sartén. Es ese momento, añadimos unos trozos de nuestro queso favorito. Volvemos a introducir los champiñones en el horno y cuando estén dorados los sacamos y los servimos muy calientes. Si queréis dar un toque italiano al champiñón, le podemos poner un poco de orégano y de salsa de tomate. ¡¡¡Y que bien huelen!!! Ricos, frescos, sanos y rápidos de hacer.
Y, como los champiñones son hongos, haced caso a la siguiente frase.
Hemos hecho una quiche recientemente que nos ha encantado; por eso os proponemos hacerla. La quiche es muy versátil porque se puede hacer con salmón, atún, bacon, pollo…y también con nata y crema fresca o con leche evaporada para hacerla más ligera. Esta que os proponemos es una variación de una receta que encontramos en internet pero con un toque especial rico y fresco. La mezcla de sabores es de lo más afortunada y además está hecha con productos de temporada. Ingredientes: Una lámina de masa quebrada. 500g de calabaza cacahuete. 150 g de membrillo. 150 de gorgonzola o queso azul. Tres huevos. Tres cucharadas de piñones Tres cucharadas de pasas. 150 de nata para montar. 150ml de crema fresca (creme fraiche). Sal. Pimienta. Aceite de oliva. Hay recetas que mandan poner primero un rato la masa en el horno con unos garbanzos para que no suba y luego añadir lo demás. Nosotros hemos hecho las dos versiones y nos quedamos con la más fácil. Ponemos la masa forrando el molde y añadimos los ingredientes. El resultado es el mismo y nos ahorramos esperar a que salga del horno. La masa se puede hacer o se puede comprar, es mucho más práctico comprar la masa; las buenas del super no tienen ninguna pega y el resultado es magnifico. Procedemos: lo primero encender el horno a 180 grados. Primer paso: ponemos la calabaza tal como está en el microondas unos cuatro minutos y cuando enfríe la cortamos en trocitos y la pasamos por la sartén (este truco es muy interesante porque la calabaza cacahuete es dura y si no tenemos que hacerla mucho rato en la sartén). Un vez que tenemos la calabaza lista, añadimos el membrillo en daditos y las pasas y los piñones. Con una cucharadita o dos de aceite tenéis de sobra; salpimentamos y dejamos aparte en un bol. En otro bol mezclamos los huevos batidos, la nata, la crema fresca y el queso azul. Batimos hasta que quede todo muy bien mezclado. Forramos con la masa quebrada un molde de 22 cm., añadimos el contenido del primer bol y a continuación la nata batida con los huevos, la crema y el queso y con gracia lo ponemos en el horno. En una media hora tendréis una quiche para comer calentita y con un olor espectacular (para saber si está lista se puede meter un tenedor o un cuchillo, cuando salen limpios, ya está perfecta). También podéis hacerla y esperar unas horas hasta que enfríe. Hablando de quiches, cualquier elección es buena. Bon appetit.
Y aunque a nosotros la quiche nos parece un plato muy rico y original, también hay que tener en cuenta lo que opina el gran chef Yotam Ottolenghi:
«Las diferencias entre una tarta, un pastel y una quiche son muy borrosas»
Hoy os presentamos dos ensaladas que en el fondo son la misma ensalada. Los mismos ingredientes y el mismo aliño (con la excepción de dos ingredientes en la segunda) pero la presentación es muy distinta, así que viendo las fotos casi parece que no tienen nada en común. Son muy resultonas, frescas y las podemos comer todo el año, no solo en verano. Ambas ensaladas son para cuatro personas: primera ensalada
Tres patatas normales. Dos zanahorias. Dos huevos cocidos. Tres pepinillos en vinagre. Medio bote de aceitunas cortadas. Una docena de gambas. Una lata de anchoas pequeña. Aceite de oliva virgen. Dos latas de bonito. Medio aguacate. Tomatitos cherry para adornar. Vinagre. Sal. Mostaza. Un bote de mayonesa.
Cocemos las patatas bien lavadas con las zanahorias y los huevos duros y dejamos que se enfríen. En un bol ponemos todos los ingredientes y añadimos el aceite con el vinagre y la mostaza que previamente pusimos en un tarro y batimos bien. La cantidad depende de como os guste de jugosa la ensaladilla. Nosotros añadimos el aliño justo y procuramos poner poca mostaza, pero eso va en gustos. Picamos muy fino las gambas y dos o tres anchoas. Añadimos las patatas, las zanahorias y un huevo. El otro huevo lo dejamos para ponerlo por encima. Adornamos con aguacate y con el resto de las anchoas. Si queréis que tenga un poco de brillo, podéis poner un chorrito de aceite de oliva antes de servir. Esta ensalada en muy resultona y súper nutritiva.
Segunda ensalada (La que lleva pan de molde)
Tres patatas normales. Dos zanahorias. Dos huevos cocidos. Tres pepinillos en vinagre. Medio bote de aceitunas cortadas. Doce gambas pequeñas y seis para decorar. Una lata de anchoas pequeña. Aceite de oliva virgen. Dos latas de bonito. Medio aguacate. Vinagre. Sal. Mostaza. Un bote de mayonesa. Un bote de huevas de Lumpo. Una hojas de lechugas para adornar. Nueve rebanadas de pan de molde. La única diferencia es que una vez que tengamos todos los ingredientes mezclados, los vamos a colocar sobre una base de pan de molde. Ponemos tres rebanadas, añadimos la mitad de la ensalada y la extendemos bien, ponemos otras tres rebanadas y repetimos la misma operación. Finalizamos las ultimas tres rebanadas y decoramos con la huevas de lumpo, las 6 gambas reservadas y tres tomatitos cherry. Alrededor ponemos la lechuga y ¡¡¡ a comer!!! Esta ensalada conviene comerla pronto porque si no la mayonesa tiende a secarse en la nevera. No se os olvide poner encima de cada rebanada una capa gruesa de mayonesa para que quede bien jugosa. Bon appetit
Hoy ofrecemos un puré muy sencillo y muy apropiado para volver a retomar hábitos saludables. Disfrutamos mucho de la variedad de estás fiestas, pero es fácil caer en los excesos y empacharse de dulces. Así que hoy ofrecemos un puré rico fresco y muy muy sano.
Ingredientes para cuatro personas
Dos patatas normales Una calabaza cacahuete Un batata grande Dos cebollas medianas Un litro de caldo de verduras bueno Cuatro lonchas de jamón serrano Una guindilla Dos quesitos Aceite de oliva virgen extra Pimienta negra Sal.
Un truco para poder preparar la calabaza sin problemas es este: se parte la calabaza a la mitad transversalmente y se pone en el microondas unos cuatro minutos a máxima potencia. Una vez que la calabaza se reblandece es más fácil pelarla y cortarla en trozos. A ello. Picamos las dos cebollas finas y las ponemos con cinco cucharadas de aceite a fuego lento hasta que estén doradas. Añadimos las patatas cortadas en trozos, la batata, los trozos de calabaza y rehogamos bien, añadimos la guindilla, medio litro de caldo, medio vaso de agua y lo dejamos cocer a fuego lento. Cuando esté todo cocido, añadimos los quesitos y trituramos bien con la batidora. Se puede rectificar con un poco de caldo si os gusta que quede más líquido. Probamos como está de sal y la echamos si es necesario. Antes de servir freímos cuatro lonchas de jamón el la sartén hasta que se tuesten y las ponemos en el puré una vez servido. Añadimos la pimienta negra al gusto. Este puré queda muy sabroso y tiene montón de vitaminas y antioxidantes. Además todavía tenemos muchas calabazas cacahuete en el mercado y hay que aprovechar. Bon appetit.
Muchos habréis visto la película así titulada. Cuando vimos en el mercado unos tomates asturianos de temporada verdes y muy grandes nos acordamos de la película y miramos la receta en internet. No es la misma variedad de tomates que utilizan en América, claro está , y nosotros los hemos rebozados en pan rallado que viene con ajo y que le da un punto muy bueno. Nos ha parecido una forma súper rica y original de comer tomates y es una receta sorprendente porque queda crujiente y muy sabrosa. Ahí vamos Ingredientes para cuatro personas:
Dos tomates muy frescos y verdes.
Un poco de pan rallado con ajo y perejil.
Harina de trigo.
Harina de maíz.
125 ml de leche.
Un huevo batido.
Sal.
Aceite de oliva.
Lo primero que hay que hacer es comprar harina de maíz de la de preparar tortillas y arepas (no maizena), que se puede encontrar en cualquier supermercado o tienda latina. Se lava y se cortan los tomates en rodajas finas, desechando la parte superior y la inferior. Se salan con sal fina y se dejan reposar sobre papel de cocina, para que absorba el exceso de líquido.. Batimos la leche con el huevo en un cuenco y ponemos en un plato una mezcla a partes iguales de harina de trigo y de maíz. En otro plato ponemos el pan rallado con ajo. Cuando tenemos todo en orden, rebozamos cada rodaja según el método tradicional: remojamos en la leche, pasamos por el harina, remojamos otra vez en la leche y finalmente pasamos por el pan rallado. Por último, se fríen los tomates en abundante aceite y, cuando vayan estando fritas las rodajas, se ponen a escurrir en papel de cocina antes de ponerlas en el plato de servir. Nosotros lo pusimos como acompañamiento de una ensalada verde, pero se pueden poner con tortilla de patatas, como entremés, con carne asada… o como hacen en EEUU con salsa picante o mayonesa. Es un plato que va con todo y que no os defraudará. Y muy fácil de hacer.
Hemos probado una ensalada mozambiqueña que nos ha parecido súper rica y refrescante y hemos decidido darle un toque mediterráneo, con un aceite especial que lleva orégano y guindilla. El resultado ha sido un plato perfecto y muy completo; con una ensalada verde y un poco del fruta, una opción perfecta para el verano. Alimenta y es ligero.
Ahí va la receta para 5 personas.
800 g de garbanzos pedrosillanos cocidos (dos botes grandes).
Una rodaja de bonito del norte mediana.
Medio pimiento rojo pequeño.
Una cebolla pequeña.
Un tomate maduro grande.
Tres huevos duros.
Una tacita de café de aceite especial para pizzas y pasta (Coosur es una buena opción).
Ocho cucharadas de vinagre de sidra.
Sal rosa del Himalaya.
Unas hojitas de perejil cortadas finas para adornar.
Un poco de pimienta negra.
Tenemos dos trucos que hacen que este plato sea muy ligero; el primero es pelar los garbanzos. Podéis utilizarlos de bote de cristal (en verano es más práctico) o hervirlos en la olla rápida con caldo de verduras, hasta que estén listos. El truco para que no tengan pellejos es meterlos, ya cocidos, en el microondas con 4 cucharillas de bicarbonato revueltas entre ellos durante 3 o 4 minutos. Cuando los saquéis, se ponen en un bol con agua caliente y se frotan con las manos. Los echamos en un escurridor y retiramos los pellejos que ya se desprendieron del garbanzo. A algunas personas las legumbres les resultan pesadas y como esta ensalada se puede llevar perfectamente de campo y playa, resulta mucho más cómodo que los garbanzos estén ligeros y suaves. El segundo truco es poner el pimiento y la cebolla en la vinagreta la noche antes. Cuando ponemos la cebolla y el pimiento al final dan un sabor fuerte y a algunas persona les desagrada el olor. Al dejar la cebolla la noche antes pierde su sabor fuerte y es más agradable al paladar. La receta típica de vinagreta es siempre dos cucharadas de vinagre por seis de aceite. Como nosotros hicimos plato para cinco personas y el bonito está a la plancha, hemos variado las cantidades ligeramente. Con estos dos trucos, os aseguramos que el plato quedará estupendo y que repetiréis. Receta final: cuando tengamos los garbanzos pelados, añadimos el tomate, los tres huevos duros en trocitos y la vinagreta que hicimos previamente con la cebolla el pimiento, el aceite especial el vinagre de sidra y una cucharadita de sal. Aparte salamos la rodaja de bonito y la ponemos a la plancha. Cuando esté tibia, la desmenuzamos y la añadimos a los garbanzos. Miramos a ver si necesitamos más sal, añadimos la pimienta y listo para comer o para meter en el tuper y salir corriendo para la playa. Bon appetit y feliz verano.
Y como dice el refrán castellano:
“De marzo a marzo no hay mejor comida que el garbanzo”.
Hemos hecho muchas empanadas, pero como esta, ninguna. La masa está crujiente y el interior es abundante y muy rico. Para los amantes de la empanada tradicional, tenemos que decir que esta NO lleva pimientos. Ni es de pan, ni es de hojaldre. El secreto está en la masa y en los ingredientes, que son ricos y, sobre todo, abundantes. No nos gustan las empanadas que tienen poco relleno y mucha masa. A por ella…
Ingredientes para diez/ doce personas. Para la masa de la empanada
500 g de harina de trigo y un poco más para amasar. (harina de repostería, harina floja, harina de trigo de todo uso). No sirve la harina de hacer pan.
150 g de aceite de oliva
150 g de leche
1 huevo
8 g de sal.
Para el relleno
4 cebollas medianas
400 g de atún escurrido
4 huevos cocidos
6 cucharadas de salsa de tomate
1 cayena (opcional)
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Para la decoración final
1 huevo batido
Procedemos lentamente y con mucho cariño, como siempre que queremos que algo nos salga bien. Masa Se preparan los ingredientes, se pesan y se disponen alrededor del cuenco en el que se va a preparar la masa. Volcamos la harina en el cuenco, añadimos la sal, el aceite y el huevo. Con una mano sujetamos el cuenco y con la otra mezclamos los ingredientes con la cuchara de madera hasta conseguir que ligue. Volcamos la masa en la encimera y formamos una bola (se hace enseguida); la dejamos en el cuenco cubierta con un paño durante 15 minutos. Cuando el relleno esté listo, la masa ya estará lista también. Relleno Cocemos los huevos, cuando estén fríos los pelamos, los picamos finos y reservamos. Cortamos las cebollas en gajos finos y la sofreímos en 4 cucharadas de aceite a fuego medio y con una pizca de sal. Cuando esté lista, añadimos las seis cucharadas de salsa de tomate y la cayena. Tapamos y dejamos cocer todo junto unos 5 minutos a fuego medio-bajo. Volcamos el atún escurrido del aceite en un colador de malla a fin de que suelte la mayor parte del aceite posible. Estiramos una parte de la masa y cubrimos la base de un molde forrado de papel de hornear. Extendemos la cebolla de modo uniforme, ponemos parte del huevo, extendemos el atún y ponemos el resto del huevo. Ponemos la otra mitad de la masa por encima, le hacemos un pequeño agujero en el centro (para que salga el vapor) y pintamos con huevo batido.
Horneamos a 195º con calor arriba y abajo entre 40y 50 minutos o hasta que la veamos doradita.