Súper saludable batata rellena de cosas ricas y frescas.

Es la primera vez que rellenamos una batata y el resultado no nos ha decepcionado. La batata es un tubérculo rico en betacarotenos y en vitaminas C y E. También es rica en potasio y en fibra.

Ingredientes para dos personas.
Una batata grande.
Una lata de bonito pequeña.
100g de quinoa.
Tres cucharadas soperas de salsa de tomate.
Aceite de oliva virgen.
Pimienta negra y sal.
Salsa picante (recomendamos Valentina que es mejicana).
Tres cucharadas de queso rallado (nosotros usamos una mezcla de Enmental, Mozarella y Cheddar). .

Esta receta es fácil porque lo único que tenemos que hacer es poner la batata o en el horno o al vapor o en el microondas hasta que esté blanda. Nosotros hemos hecho una batata para dos porque es más que suficiente, así que la hemos partido por la mitad y las hemos puesto en el microondas por separado unos ocho minutos.
Cuando estén blandas las vaciamos con una cachara y ponemos el contenido en una sartén. Para hacer las cosas más simples, utilizamos la quinoa que viene en tarritos ya cocida, así nos ahorramos tiempo y podemos hacerlas antes de comer sin prisa. Ponemos el tarrito de quinoa en el micro durante un minuto, lo mezclamos con la quinoa, con la salsa de tomate y con la lata de bonito pequeña y rellenamos la batata. Salpimentamos, ponemos el queso rallado y lo ponemos un minuto fuerte en el micro hasta que es queso se funda.
A la hora de servir, ponemos la salsa picante al gusto.
Si queréis poner almendras picadas, semillas de calabaza o trocitos de nueces le daréis un toque muy interesante al plato.
Se sirve calentito y ¡A disfrutar!

Y considerando el frío que hace estos días, hemos encontrado una frase muy apropiada:

“Cuando el hambre da calor, la batata es un refresco”

Champiñones rellenos perfectos como guarnición o entremés.

Que ricos están los champiñones y que fácil es prepararlos de mil maneras diferentes. A la plancha, al ajillo, guisados… nosotros hoy hemos decidido hacerlos rellenos y en el horno. Se hacen en un pispás y los ingredientes se tienen siempre en la nevera.

Ahí vamos.
Ingredientes para cuatro personas:
10 champiñones grandes.
Un diente de ajo.
Media bandeja de gulas.
Una cayena.
Sal y pimienta
Un huevo grande
50 g de tacos de jamón.
Un chorrito de aceite de oliva virgen

Limpiamos los champiñones con un chorrito de agua y secamos con un paño limpio y seco (Vale también papel de cocina). Retiramos los tallos de los champiñones y ya los dejamos listos para rellenar.
Encendemos el horno y lo dejamos calentar 10 minutos a 180ºC, e introducimos los champiñones ya vaciados. Mientras tanto en una sartén ponemos los tallos de los champiñones en trocitos, el ajo, la cayena, el huevo batido, los tacos de jamón, las gulas y una pizca de sal y pimienta.
Después de diez minutos, sacamos los champiñones del horno y los rellenamos con los ingredientes que tenemos en la sartén. Es ese momento, añadimos unos trozos de nuestro queso favorito.
Volvemos a introducir los champiñones en el horno y cuando estén dorados los sacamos y los servimos muy calientes.
Si queréis dar un toque italiano al champiñón, le podemos poner un poco de orégano y de salsa de tomate. ¡¡¡Y que bien huelen!!!
Ricos, frescos, sanos y rápidos de hacer.

Y, como los champiñones son hongos, haced caso a la siguiente frase.

¡Tarta de chocolate súper ligera y … con sorpresa!

Hay muchas tartas de chocolate, pero como esta ninguna. Es esponjosa, suave y no lleva harina de trigo ni mantequilla. Hemos encontrado la receta en un libro de repostería francesa y, si bien al principio teníamos nuestras dudas, no nos defraudó en absoluto. ¡Tout au contraire! Es una tarta súper deliciosa.
Ingredientes:
200 de calabacín rallado.
200 g de chocolate del 70%.
3 huevos.
80g de azúcar.
30 g de maicena.
Una cucharadita de extracto de vainilla.
Un cuarto de sobre de levadura.
Pera o frambuesas o helado de vainilla para acompañar.
A ello:
Batimos las tres yemas con el azúcar. Fundimos el chocolate y reservamos tres cucharadas . Añadimos el calabacín rallado y el chocolate y revolvemos bien. Ponemos la maicena y una cuarta parte de un sobre de levadura a la masa anterior y montamos las claras a punto de nieve. Las añadimos muy, muy despacio a la masa para que quede esponjosa y ¡¡¡Voila!!!.
Metemos en el horno precalentado a 180 grados durante una media hora. Pinchamos y si vemos que está un poco blanda dejamos cinco minutos más. Dejamos que enfríe, desmoldamos y repartimos por encima el chocolate que habíamos reservado (si endureció, lo volvemos a fundir).
Y ya tenéis la tarta lista. La podéis adornar con pera, frambuesas frescas o en mermelada y, si os apetece, servir con helado de vainilla. Eso ya lo dejamos a vuestra elección.
A disfrutarrrrrrrrrrrr.

Y como dice la autora y pintora Linda Grayson:

“No hay nada mejor que un amigo, salvo que sea un amigo que te invite a chocolate”

Ensaladilla rica y nutritiva para todas las ocasiones.

Hoy os presentamos dos ensaladas que en el fondo son la misma ensalada. Los mismos ingredientes y el mismo aliño (con la excepción de dos ingredientes en la segunda) pero la presentación es muy distinta, así que viendo las fotos casi parece que no tienen nada en común. Son muy resultonas, frescas y las podemos comer todo el año, no solo en verano.
Ambas ensaladas son para cuatro personas: primera ensalada

Tres patatas normales.
Dos zanahorias.
Dos huevos cocidos.
Tres pepinillos en vinagre.
Medio bote de aceitunas cortadas.
Una docena de gambas.
Una lata de anchoas pequeña.
Aceite de oliva virgen.
Dos latas de bonito.
Medio aguacate.
Tomatitos cherry para adornar.
Vinagre.
Sal.
Mostaza.
Un bote de mayonesa.

Cocemos las patatas bien lavadas con las zanahorias y los huevos duros y dejamos que se enfríen.
En un bol ponemos todos los ingredientes y añadimos el aceite con el vinagre y la mostaza que previamente pusimos en un tarro y batimos bien. La cantidad depende de como os guste de jugosa la ensaladilla. Nosotros añadimos el aliño justo y procuramos poner poca mostaza, pero eso va en gustos. Picamos muy fino las gambas y dos o tres anchoas. Añadimos las patatas, las zanahorias y un huevo. El otro huevo lo dejamos para ponerlo por encima. Adornamos con aguacate y con el resto de las anchoas. Si queréis que tenga un poco de brillo, podéis poner un chorrito de aceite de oliva antes de servir. Esta ensalada en muy resultona y súper nutritiva.

Segunda ensalada (La que lleva pan de molde)

Tres patatas normales.
Dos zanahorias.
Dos huevos cocidos.
Tres pepinillos en vinagre.
Medio bote de aceitunas cortadas.
Doce gambas pequeñas y seis para decorar.
Una lata de anchoas pequeña.
Aceite de oliva virgen.
Dos latas de bonito.
Medio aguacate.
Vinagre.
Sal.
Mostaza.
Un bote de mayonesa.
Un bote de huevas de Lumpo.
Una hojas de lechugas para adornar.
Nueve rebanadas de pan de molde.
La única diferencia es que una vez que tengamos todos los ingredientes mezclados, los vamos a colocar sobre una base de pan de molde. Ponemos tres rebanadas, añadimos la mitad de la ensalada y la extendemos bien, ponemos otras tres rebanadas y repetimos la misma operación. Finalizamos las ultimas tres rebanadas y decoramos con la huevas de lumpo, las 6 gambas reservadas y tres tomatitos cherry. Alrededor ponemos la lechuga y ¡¡¡ a comer!!!
Esta ensalada conviene comerla pronto porque si no la mayonesa tiende a secarse en la nevera. No se os olvide poner encima de cada rebanada una capa gruesa de mayonesa para que quede bien jugosa.
Bon appetit

Galletas súper ricas sin harina ni mantequilla

Estas galletas son perfectas para cualquier ocasión, son sabrosas, nutritivas y originales. Si queréis tener un detalle con alguien, en vez de comprar unas pastas, podéis hacerlas vosotros mismos. Quedaréis muy bien y no estaréis mucho tiempo en la cocina. Os aseguramos que no defraudarán.
Especiales para los amantes de los frutos secos

Receta para veinte galletas
200 g de avellanas.
3 claras de huevo (mejor comprarlas liquidas para no desperdiciar las yemas).
15 nueces.
5 cucharadas de azúcar.
2 cucharadas de pasas sultanas.

Dificultad cero y tiempo de preparación quince minutos. ¿Os animáis?

Ponemos las avellanas en la batidora y las picamos teniendo cuidado que no queden muy finas. La gracia de estas galletas es encontrar trocitos de avellana, no que queden totalmente molidas. Batimos las tres claras a punto de nieve y las mezclamos con las avellanas. Mezclamos bien y añadimos el azúcar. Tendremos entonces una pasta muy ligera, que haría una galletas muy finas. Como la intención es hacer galletas consistentes y con trocitos, añadimos quince nueces, recién peladas y molidas gruesas y dos cucharadas de sultanas. Con ayuda de dos cucharas hacemos unas bolitas y las metemos en el horno previamente calentado a 180ºC. En quince minutos ya tendremos las galletas. Y que bien huelen…
Si os da pereza moler las avellanas o pelas las nueces, siempre tenéis la posibilidad de comparalas ya molidas, simplifica el tiempo y lo hacéis en cinco minutos, pero el resultado no es tan casero ni en la textura ni en el sabor.
Este dulce es apto para celíacos e intolerantes a la lactosa ya que no lleva ni lacteos ni harina.¡¡¡ A disfrutar!!!

Y como decía Salman Rushdie:

«En la galleta de la vida, los amigos son las chispas de chocolate».

Deliciosa y súper cremosa tarta/flan de avellana (apto para celíacos e intolerantes a la lactosa)

Este postre es una mezcla de tarta y de flan. Al hacerlo, la parte de arriba queda como un flan y la de abajo como un bizcocho. La mezcla es original y si lo acompañáis con una bola de helado de chocolate, el resultado es espectacular. Como no lleva levadura, no tenéis ningún peligro de que no suba o quede raro, por consiguiente siempre es una buena opción cuando hay invitados o gente golosa alrededor. Además es el postre del tres, fácil de hacer y fácil de recordar.
A ello.

Ingrediente para seis personas:
Tres tazas de leche desnatada o entera (o si queréis sin lactosa)
Tres huevos frescos
Tres tazas de avellanas molidas
Tres tazas de azúcar.

Y eso es todo. Mezcláis todos los ingredientes y metéis en el horno previamente calentado a 180ºC y al baño María. Después de una media hora, retiráis y dejáis enfriar en el molde.
Nuestros trucos: si lo hacéis la noche antes y guardáis en la nevera en su molde y tapado con un plástico, estará mucho más sabroso. El reposo le viene bien. Otro toque es decorar el flan con un poco de mermelada de frambuesa disuelta con vuestro licor favorito para que tenga brillo extra.

Y si vais a comprar avellanas, recordar el refrán castellano:

“Las avellanas vanas, hacen más ruido que las sanas.”

Puré super cremoso para después de estas fiestas

Nuestro puré.

Hoy ofrecemos un puré muy sencillo y muy apropiado para volver a retomar hábitos saludables. Disfrutamos mucho de la variedad de estás fiestas, pero es fácil caer en los excesos y empacharse de dulces. Así que hoy ofrecemos un puré rico fresco y muy muy sano.

Ingredientes para cuatro personas

Dos patatas normales
Una calabaza cacahuete
Un batata grande
Dos cebollas medianas
Un litro de caldo de verduras bueno
Cuatro lonchas de jamón serrano
Una guindilla
Dos quesitos
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta negra
Sal.

Un truco para poder preparar la calabaza sin problemas es este: se parte la calabaza a la mitad transversalmente y se pone en el microondas unos cuatro minutos a máxima potencia. Una vez que la calabaza se reblandece es más fácil pelarla y cortarla en trozos.
A ello. Picamos las dos cebollas finas y las ponemos con cinco cucharadas de aceite a fuego lento hasta que estén doradas. Añadimos las patatas cortadas en trozos, la batata, los trozos de calabaza y rehogamos bien, añadimos la guindilla, medio litro de caldo, medio vaso de agua y lo dejamos cocer a fuego lento. Cuando esté todo cocido, añadimos los quesitos y trituramos bien con la batidora. Se puede rectificar con un poco de caldo si os gusta que quede más líquido. Probamos como está de sal y la echamos si es necesario.
Antes de servir freímos cuatro lonchas de jamón el la sartén hasta que se tuesten y las ponemos en el puré una vez servido. Añadimos la pimienta negra al gusto.
Este puré queda muy sabroso y tiene montón de vitaminas y antioxidantes. Además todavía tenemos muchas calabazas cacahuete en el mercado y hay que aprovechar.
Bon appetit.

Sabrosísima ensalada de escarola con frutas, nueces, queso y alguna sorpresilla.

Ensalada de escarola.

La escarola es típica de navidad y es ahora cuando la encontramos fresca y sabrosa. Aunque algunas personas la encuentran un poco amarga, preparada con el aliño ideal y con los aditamentos apropiados, esta ensalada es súper completa porque tiene proteínas, vitaminas y sobre todo, mucho sabor mediterráneo.

Ingredientes para 5/ 6 personas
250 g de escarola
seis nueces
Un trozo de queso semi curado / tierno ( unos 70 g)
Una manzana Fuji pequeña
Un caqui
Un kiwi
Una lata de anchoas buenas en aceite de oliva
Aceite y vinagre
una cucharadita de miel.
Sal del Himalaya

Esta ensalada es un plato de los nuestros, rico y fresco y la mezcla de sabores os cautivará. Lo más tradicional en estas fiestas es hacerla con granada, pero la opción con kiwi y caqui, frutas de temporada, nos parece una variación muy acertada.
A ello, que es facilísima.
Ponemos la escarola en una fuente alargada y añadimos la vinagreta y sal al gusto. La medida tradicional de la vinagreta es dos cucharadas de vinagre por seis de aceite. Para los que sois nuevos, la vinagreta se hace muy bien en una tarro de cristal porque le ponemos la tapa y la batimos bien hasta que quede bien mezclada.
Añadimos la vinagreta a la escarola y revolvemos bien para que quede impregnada. Nosotros la hicimos ligerita, si os gusta mucho, podéis hacerla más abundante y añadir con huevo duro picado fino.
Un vez que está la ensalada aliñada, ponemos las anchoas, la manzana y el kiwi cortados en trozos pequeños y el queso cortado en cuadraditos. Añadimos las nueces y decoramos con el caqui alrededor de la fuente.
Finalmente añadimos la cucharadita de miel procurando que quede en hilos finos por todo la ensalada .
La servimos bien fresquita de entremés y a disfrutarrrrrrrrrr.
Bon appetit.

Y como dice el refrán:

Posiblemente la crema de higos más rica del mundo y sin un gramo de azúcar

Esta crema de higos es deliciosa a la par que rápida de hacer y muy versátil:se puede tomar con yogur, con queso fresco, utilizar de relleno para bizcochos o comer como postre, añadiéndole una bola de helado o unas nueces. No se tarda nada en hacer y está llena de propiedades; tiene mucha fibra, calcio y aporta mucha energía. Solo tiene un inconveniente: los higos son una fruta muy de temporada y delicada. Así que si os gusta la idea podéis hacer acopio de higos estos días y congelar para el invierno.

Ingredientes:

  • Un kilo de higos
  • Dos limones
  • Media copita de Pedro Ximénez
  • Canela en rama para adornar (opcional)
  • Anís estrellado para adornar (opcional)
  • Medio vaso de agua
  • Una nuez por cada vasito.

Se lavan bien los higos y se les quita el rabito y la parte de abajo. Los ponemos en un cazo a fuego medio con el zumo de los limones y el Pedro Ximénez hasta que se deshagan (unos veinte minutos). Añadimos el agua y después de un rato pasamos la batidora. Y ya está. La servimos en vasitos junto a la nuez en trocitos.
Sugerencia de presentación: en la foto hemos puesto la crema con yogur griego bien batido y la hemos tomado como desayuno, bien fría, junto con una tosta con jamón y un zumo de mango. No solamente es un alimento sano; si os gustan los sabores dulces, pero sin una gota de azúcar, esta crema os encantará.

Y para terminar la frase de hoy:

En tiempo de higos, no hay enemigos.

Caponata siciliana remodelada a nuestro gusto rico y fresco

Caponata, buen queso y una buena sidra.

Queridos seguidores, traemos hoy por vez primera un plato con berenjenas. Si os gustan, os encantará el plato y si no sois muy fans, siempre podéis iniciaros en nuevos sabores mediterráneos y probar algo distinto. A los vegetarianos os encantará y a los amantes de lo súper sano y las verduritas también. Ahí va nuestra receta de la semana.

Ingredientes

  • 2 berenjenas.
  • 1 cebolla pequeña.
  • 450 gramos de passata de tomate.
  • 125 g. de aceitunas en rodajas.
  • 3 cucharadas de alcaparras.
  • 50 gramos de piñones.
  • 2 cucharadas de vinagre.
  • 4 cucharaditas de azúcar morena.
  • Aceite de oliva virgen extra.

La passata es una salsa de tomate italiana muy concentrada. Si no la encontráis en vuestro súper, es muy sencilla de hacer. Compráis 1 lata de tomate triturado de unos 900g y la echáis en un colador grande. Descartáis el líquido que sale y lo que os queda en el colador es una passata casera más que aceptable.

Para empezar cortamos las berenjenas en trozos grandes, las salamos abundantemente y luego las ponemos en un colador durante una horas para quitarles el amargor. Las aclaramos y las secamos bien. Entonces las freímos en abundante aceite hasta que veamos que están blandas, las sacamos de la sartén y las reservamos.

Mientras tanto picamos la cebolla fina y la sofreímos en un poco de aceite. Cuando esté blanda le añadimos la passata y dejamos que se mezclen bien los sabores unos minutos.

Añadimos las berenjenas reservadas, las aceitunas en rodajas, las alcaparras, los piñones, el vinagre y el azúcar. Lo mezclamos bien todo y lo probamos para ver si tiene el punto que nos satisfaga de sal, de azúcar y de vinagre. Lo dejamos hacer unos 10-15 minutos a fuego suave y el el último minuto, si os gusta su sabor, echáis unas hojas de albahaca.

Este es un plato que se puede servir caliente, templado o frío, también como entrante o como guarnición de un pescado al horno. O con tortilla de patata, con patatas asadas, con carnes a la plancha…con arroz blanco. Un descubrimiento culinario que no deberíais perderos.

Y como decía el gran escritor y gourmet Manuel Vázquez Montalbán:

“El único producto mediterráneo realmente uniformador, y quizá algún día unificador, es la presencia de la berenjena en todas las culturas culinarias, de Siria a Murcia, de Viareggio a Túnez.”